18 dic 2012

Mitos fundamentales sobre la curación

          Existen mitos fundamentales sobre la curación, que consumen la energía mental y emocional de una per­sona hasta el punto de impedirle sanar. Cada uno de esos mitos sirve para apoyar la actitud de la heridalogía, que de­bilita al cuerpo en lugar de sanarlo. Esas creencias son tan fuertes que, en ocasiones, superan a nuestras creencias optimistas sobre la posibilidad de curarnos. Ello se debe a que las creencias basadas en la esperanza y el optimis­mo se refieren al futuro, a posibilidades, mientras que la enfermedad es una realidad y los mitos que la sustentan hablan en tiempo presente. La curación es intangible, pero sentimos y vemos nuestra enfermedad.

El medio más eficaz de destruir el poder de un mito es reconocer que se cree en él, y que por mucho que se com­parta esa creencia con otras personas, no por ello deja de ser una creencia para convertirse en un hecho. A continuación, hay que hacer un esfuerzo consciente para librarse de su in­flujo. Cuando lea las descripciones de estos mitos, pre­gúntese: « ¿Creo en él?» Si la respuesta es afirmativa, existe la forma —por medio de la oración y otros ritos— de apartarlo de su mente. Ningún mito permite que la psi­que se libere de él sin plantar batalla, pero si usted tiene realmente la intención de sanar debe librar esa batalla y, a continuación, desarrollar unos esquemas mentales desti­nados a suplantar esos mitos y a potenciar su salud.
EL PRIMER MITO: MI VIDA ESTÁ DEFINIDA POR MI HERIDA
Es prácticamente imposible no estar influido por un pa­sado de heridas emocionales o psíquicas. Tanto literal como simbólicamente, las heridas impregnan nuestra sangre y nuestro cuerpo. Nuestra biografía es en buena parte bio­logía. Las heridas son como unos canales que desvían agua y espíritu del río de nuestra vida. Cuantas más heridas te­nemos, mayor es el esfuerzo que debemos hacer para re­cuperar nuestra energía, frenar la pérdida energética y afa­narnos en sanar. Independientemente del número y la profundidad de esos canales, para curarnos debemos recu­perar nuestra fuerza vital.
Muchas personas están convencidas de que sus vidas no son sino una compilación de heridas psíquicas que ellos mismos no pueden sanar. Cuando se les dice que pueden li­brarse de sus heridas, la mayoría responde: —Usted no lo comprende. No he vuelto a ser la mis­ma persona desde esa experiencia. ¿Cómo puedo cambiar eso ahora?
Después de pasar por una experiencia traumática o trágica, esas personas tienden a contemplar cada nueva experiencia a través de la lente de la herida que padecen. Proyectan su experiencia anterior sobre todo cuando for­ma parte de su vida actual. Inician toda relación sospe­chando que será igual que la anterior. Incluso advierten a la persona con la que entablan una relación que jamás po­drán confiar en él n ella plenamente debido a su expe­riencia pasada. Y describen su vida como una serie de de­sastres personales y profesionales que no pueden tener fin porque su pasado herido les ha arrebatado toda opor­tunidad de ser felices.
Aunque este estado anímico es triste, limitador y de­rrotista, algunas personas derivan un gran poder de su continuidad porque les autoriza a llevar una vida de nu­las expectativas y escasa responsabilidad. Les permite apo­yarse en otros, explotando sus sentimientos de culpabili­dad para seguir beneficiándose de esa ayuda. Se expresan con tristeza o amargura sobre las metas creativas que ja­más lograrán alcanzar debido a su historial de traumas fí­sicos o emocionales. Buscan un sistema de apoyo que les conceda un espacio social en el que se sientan cómodos, donde puedan desarrollar libremente su heridalogía sin que les critiquen por ello. Dado que no se espera nada de una personalidad herida, no pueden fracasar.
Con el paso de los años, a medida que esas personas se acostumbran a este poder y a esta autoprotección, cada vez les cuesta más cambiar. A medida que nos hacemos ma­yores, nos resulta muy difícil abandonar nuestras heridas y modificar nuestros criterios. Pero lo cierto es que el he­cho de conceder tanta importancia a sus heridas puede dañar su psique tanto como las mismas heridas. El recrear­se en una herida equivale a herirnos a nosotros mismos, constituye una auto flagelación, mantiene nuestra con­ciencia siempre centrada en la debilidad y nunca en la re­cuperación. Además, una psique convencida de su vulnerabilidad emocional y psicológica sólo puede producir un cuerpo físico que refleje esa condición. Si la fuerza y la in­dependencia le producen temor, le resultará muy difícil conservar o recuperar la salud.
EL SEGUNDO MITO: ESTAR SANO SIGNIFICA ESTAR SOLO
Con frecuencia se dice que para recobrar la salud es preciso «aprender a valerse por uno mismo», es decir, cui­dar de uno mismo, ser independiente. Para algunas per­sonas psíquicamente heridas, recobrar la salud y alcanzar la independencia significa soledad y vulnerabilidad. Para muchos, este temor a una independencia heroica —y, por ende, soledad— constituye la raíz de su incapacidad para curarse. Por otra parte, creen que una vez se hayan curado estarán siempre sanos, y que, con la recuperación de la salud, se evaporará la necesidad de apoyo emocional y psicológico. Esta es otra variante del mito arcaico de que una vez que alcancemos la Tierra Prometida, habremos llegado al término de nuestro viaje. Pero las personas que se están curando o que están curadas necesitan la compa­ñía y la amistad de oírlos al igual que el resto del mundo. Creamos salud todos los días y en todo momento, y de­bernos ser conscientes de ello. Al igual que la iluminación no es un estado permanente tan sólo al alcance de super­hombres espirituales, la salud no se consigue fuera de una comunidad, sino que requiere un vínculo consciente en­tre la mente, el cuerpo y el espíritu; un vínculo entre el in­dividuo, las demás personas y el universo.
Sanar, al igual que la espiritualidad, es un proceso continuo, tal como indican numerosas historias de la tra­dición oriental. En una historia relatada por Jack Korn-field, psicólogo y profesor de Meditación Perceptiva, un monje asciende por una montaña decidido a hallar la ilu­minación o morir. Durante el camino, se encuentra con un viejo sabio que porta un enorme fardo y le pregunta si ha oído hablar de la iluminación. El anciano, que es Bodhisattva el Sabio, deposita el fardo en el suelo. En aquel instante el monje alcanza la iluminación.
— ¿Es así de sencillo? —Pregunta—. ¿Basta con de­jarlo todo y no aferrarse a nada? —El monje mira al an­ciano y añade—: ¿Y ahora qué?
El anciano se agacha, recoge el fardo y echa a andar hacia la aldea. Es decir, después de alcanzar la iluminación nos aguardan los mismos placeres y las mismas tareas. Aun después de curarnos, debemos seguir trabajando para con­servar la salud. La curación es un proceso sin final.
 
Tomado del libro: La medicina de la energía. Caroline Myss
 

14 dic 2012

Respirar para trascender el estrés

Es todo un reto vivir en este mundo actual tan agitado. No sólo desafía a nuestras actividades económicas sino también a nuestra vida privada. Tenemos que lidiar con estrés constante, con conlifctos, con cambios vertiginosos y con una creciente inseguridad. Es algo que nos exige mucho en el plano mental, físico y emocional. Necesitamos buena salud, respirar bien, estar conscientes, tener confianza y la intuición para responder con rapidez, eficacia y compasión.
Para actuar con liderazgo en nuestra vida personal y profesional requerimos la capacidad de relajarnos lo suficiente como para seguir siendo creativos. Necesitamos aprender el gran arte de soltar la tensión si no queremos consumirnos y enfermarnos. Cuando soltamos la tensión podemos restablecer contacto con nuestra fortaleza y mantener el entusiasmo, incluso en los momentos difíciles, lo cual nos permite actuar apasionadamente con un corazón compasivo.
 
Superemos el estrés letal
El estrés tiene una profunda conexión con el miedo. En esencia, es el resultado de los temores y las preocupaciones de la mente. Tenemos miedo a fracasar, a no ser lo suficientemente buenos, a perder, a que nos juzguen, a que nos rechacen o a que nos castiguen. Peleamos con las emociones como su fueran nuestro peor enemigo y eso nos tiene constantemente bajo presión. En una sociedad donde predomina lo masculino parece mejor decir "me siento tenso" que "tengo miedo", pero sólo cuando aprendemos a enfrentar el temor y a ir más allá logramos relajarnos profundamente de nuevo.
Es natural que el cuerpo y la mente reacciones por un momento con estrés agudo cuando nos encontramos en una situación que nos reta. Es un mecanismo de defensa ante el peligro y va acompañada de una serie de cambios psicológicos producidos por el sitema nervioso autónomo y las glándulas adrenales. Comprende también la aceleración de latidos y de la respiración, músculos tensos o temblorosos, sudor y resequedad de la boca. En resumen, se siente un estado de alarma. Cuando pasa la situación que produjo la tensión todo el sistema vuelve a la normalidad y se estabiliza, con lo cual se relaja,
Sin embargo, el estrés puede influir de igual forma en nuestra mente y nuestro cuerpo al grado de causar problemas permanentes de salud. Puede volverse tóxico. Si no nos ocupamos de soltar la tensión con regularidad se irá acumulando en el cuerpo y en la mente. Esto acasionará que el sistema entre en estrés crónico. Entonces no sólo no volverá a la normalidad sino que continuará en un estado acelerado de tensión temerosa. Se mantendrá en alarma permanente.
Todos sabemos lo que eso significa. Es estar nerviosos, demasiado activos, no poder dormir bien, tener cansancio crónico, estar irritables, desesperados y deprimidos. En ese estado uno puede afectar sus relaciones y desarrollar hábitos de adicción para escapar de la realidad.
Una vida estresada puede llegar a ser tan insoportable que nos lleve hasta el punto de desarrollar cáncer, estallar en un ataque cardíaco o pensar en el suicidio. Para las personas que padecen estrés crónico el mundo pierde toda la alegría y el color. Así se van acercando al nivel de estrés letal...
Corremos como un auto sobrecalentado, a toda velocidad, hasta que se descompone el motor. Por ahí escuchamos que la meditación nos ayudaría a relajarnos pero nos llenamos de pretextos. Nada puede detenernos y por fin nos colapsamos con una fátiga crónica o una depresión.
Desde muy temprano, en nuestra niñez, aprendemos que el ocio es malo y no es muy distinto lo que se nos informa de la relajación. Paradójicamente, relajarse se vuelve estresante. Nos sentimos apreciados y reconocidos sólo si logramos algo extraordinario, mediante un gran esfuerzo. El mensaje es que está bien sentirse tenso porque es signo de tener éxito. Se convierte en nuestra segunda naturaleza. Si no nos estresamos es que en algo andamos mal.
La "ventaja" del estrés es que nos protege de sentirnos y también de ser sensibles y vulnerables ante el mundo rudo y crticón que nos rodea. Basta con ver la cantidad de tensión que vamos cargando en la actualidad para darnos cuenta de lo peligroso que nos parece el mundo. Hemos desarrollado el hábito de protegernos de un entorno hostil.
Un niño sano no desarrolla estrés crónico si se le perite respirar, moverse, jugar y expandirse a su modo individual. En cuanto se le obliga a comportarse de otra forma para ser amado por sus padres, el miedo lo hace desplegar una personalidad para protegerse. Esa criatura aprende a complacer a los demas para no ser rechazada(o). No quiere estar sola(o) ni morir de carencia física y afectiva  o de privación.
 
Ir más allá del estrés
Una mente tensa nos hace estar empujando y peleando, cuando lo cierto es que podríamos aprender a tranquilizarnos, incluso en medio de la tormenta. La tensión genera miedo por el cual sufre nuestro organismo. Cortamos nuestra respiración y contraemos el cuerpo. En vez de disfrutar del espíritu del amor y la confianza padecemos porque nuestro corazón está aprisionado en una forma de vivir muy rígida.
El estrés no es el verdadero problema. El problema es la mente sobreprotectora y sobrecargada que mantiene tenso al cuerpo, desconectado del juego de la vida. La mente nos mantiene encarcelados en un interminable mundo de pensamientos, y causa, por miedo, que contraigamos un cáncer o que estallemos enojados provocando un ataque al corazón.
Entones la solución es encausar esa tensión que hay en la mente y el cuerpo. Para que desaparezcan los síntomas del estrés necesitamos tratar las causas en los patrones de la misma mente inquieta, el cuerpo tenso y la respiración contraída. Asimismo, tenemos que modificar nuestros valores por unos que nos permitan vivir intensa y alegremente.
Meditación dinámica para liberar la tensión
A muchas personas les han beneficiado las Meditaciones Activas de Osho y otras formas Dinámicas para Liberar la Tensión.
Nuestra fuente interna de energía despierta gracias a la respiración profunda, y al movimiento del cuerpo, a la liberación de las tensiones y al aprender a relacionarse con los demas y con la existencia de otra manera.
 
Primera etapa: 10 minutos
Cuando hay estrés crónico, como en el caso del miedo, hay un desequilibrio en la exhalación e inhalación de nuestra respiración. La respiración es cortada. Nos da miedo exhalar por completo. Tenemos que aprender a exhalar profundamente otra vez, para liberar la tensión y balancear la respiración. Eso traerá armonía al sistema nervioso.
Párate con las piernas sueltas y relaja la pelvis, el abdomen y la columna vertebral. Relaja la boca y respira profundamente varias veces, para sentir y expandir tu cuerpo en todas direcciones: hacia el frente, hacia atras y a los lados. Hazte consciente de la tensión que hay en diferentes partes del cuerpo.
Dedica ahora los minutos restantes a contraer por completo las partes más tensas de tu cuerpo y aguanta la respiración. Luego exhala con fuerza, con sonido y sacudiendo todas las tensiones. Sigue así, respirando muy hondo y prácticando este proceso de contraer y soltar.
 
Segunda etapa: 10 minutos
Ahora siéntate diez minutos, cierra los ojos y relajate, Deja que tu cuerpo respire de un modo natural. Siente las diferentes cualidades de la inhalación y la exhalación. La inhalación trae vida. La exhalación relaja. Observa cómo se refleja el ritmo de la vida en cada respiración. Si tu mente se va a otra parte regrésala a contemplar y disfrutar la respiración.

Tomado del libro: Respiración Diamante. Devapath

13 dic 2012

El origen del miedo

   El estado de miedo psicológico está divorciado de cualquier peligro real e inmediato. Puede adoptar diversas formas: desazón, preocupación, ansiedad, nervios, tensión, temor, fobia, etc. El miedo psicológico del que hablamos siempre se refiere a algo que podría ocurrir, no a algo que ya está ocurriendo. Tú estás en el aquí y ahora, mientras que tu mente está en el futuro. Esto crea una brecha de ansiedad. Y si te has identificado con tu mente y has perdido el poder y la simplicidad del ahora, esa brecha de ansiedad será tu constante compañera. Siempre puedes afrontar el momento presente, pero no puedes afrontar algo que sólo es una proyección mental; no puedes afrontar el futuro.

Además, mientras sigas identificándote con tu mente, el ego dirigirá tu vida. Debido a su naturaleza fantasmal, y a pesar de sus elaborados mecanismos de defensa, el ego es muy vulnerable e inseguro, y se siente amenazado constantemente. Por cierto, esto sigue siendo verdadero aunque externamente esté muy seguro. Ahora bien, recuerda que una emoción es la reacción del cuerpo a la mente. ¿Qué mensaje recibe continuamente el cuerpo desde el ego, desde ese falso yo fabricado por la mente?: peligro, estoy amenazado. ¿Y qué emoción genera este mensaje continuo?: miedo, por supuesto.

El miedo parece tener muchas causas: miedo a la pérdida, miedo al fracaso, miedo a que nos hieran, y así sucesivamente; pero, en definitiva, todos los miedos pueden resumirse en el miedo del ego a la muerte, a la aniquilación. Para el ego, la muerte siempre está a la vuelta de la esquina. En este estado de identificación con la mente, el miedo a la muerte afecta a todos los aspectos de tu vida.

Por ejemplo, algo tan aparentemente trivial y «normal» como la necesidad compulsiva de tener razón en una discusión y demostrar que el otro está equivocado —defender la posición mental con la que te has identificado— se debe al miedo a la muerte. Si te identificas con una posición mental y resulta que estás equivocado, tu sentido de identidad, basado en la mente, se sentirá bajo una seria amenaza de aniquilación. Por tanto, tú, como ego, no puedes permitirte estar equivocado. Equivocarse es morir. Esto ha motivado muchas guerras y ha causado la ruptura de innumerables relaciones.

Cuando dejas de identificarte con la mente, el hecho de tener razón o estar equivocado es indiferente para tu sentido de identidad; de modo que esa necesidad compulsiva, apremiante y profundamente inconsciente de tener razón, que es una forma de violencia, deja de estar presente. Puedes expresar cómo te sientes y lo que piensas con claridad y firmeza, pero tal expresión no estará teñida de agresividad ni actitud defensiva. Tu sentido de identidad deriva entonces de un lugar más profundo y verdadero dentro de ti, no de la mente.

OBSERVA CUALQUIER ACTITUD DEFENSIVA que surja en ti. ¿Qué estás defendiendo?: una identidad ilusoria, una imagen mental, una entidad ficticia. Haciendo consciente este patrón y observándolo, puedes romper la identificación con él. El patrón inconsciente comenzará a disolverse rápidamente a la luz de tu conciencia.

Este es el final de todas las discusiones y juegos de poder, que son tan corrosivos para las relaciones. El poder sobre los demás es debilidad disfrazada de fuerza. El verdadero poder está dentro, y está a tu disposición ahora.

La mente siempre trata de negar el ahora y de escapar de él. En otras palabras: cuanto más te identificas con tu mente, más sufres. O puedes decirlo de este otro modo: cuanto más capaz seas de valorar y aceptar el ahora, más libre estarás del dolor y del sufrimiento, más libre de la mente egotista.

Si no deseas crear más dolor para ti mismo ni para los demás, si no quieres añadir más dolor al residuo del pasado que aún vive en ti, no crees más tiempo, o crea el imprescindible para gestionar los aspectos prácticos de la vida. ¿Cómo dejar de crear tiempo?

DATE CUENTA INEQUÍVOCAMENTE DE QUE EL MOMENTO PRESENTE es lo único que tienes. Haz del ahora el  centro fundamental de tu vida. Si antes vivías en el tiempo y hacías breves visitas al ahora, establece tu residencia habitual en el ahora y haz breves visitas al pasado y al futuro cuando tengas que resolver los asuntos prácticos de tu vida.

Di siempre «sí» al momento presente.

 

ACABA CON LA ILUSIÓN DEL TIEMPO
 
La clave es ésta: acaba con la ilusión del tiempo. Tiempo y mente son inseparables. Retira el tiempo de la mente y ésta se para, a menos que elijas usarla.

Estar identificado con la mente es estar atrapado en el tiempo: vives de forma compulsiva y, casi exclusivamente, mediante el recuerdo y la anticipación. Esto produce una preocupación interminable por el pasado y el futuro, y una falta de disposición a honrar y reconocer el momento presente y permitir que sea. La compulsión surge porque el pasado te da una identidad y el futuro contiene una promesa de salvación, de una realización de algún tipo. Ambas son ilusiones.

Cuanto más te enfocas en el tiempo —pasado y futuro— más pierdes el ahora, lo más precioso que hay.

¿Por qué es lo más precioso? En primer lugar, porque es lo único que hay. Es todo lo que hay. El eterno presente es el espacio dentro del que se despliega tu vida, el único factor que permanece constante. La vida es ahora. No ha habido nunca un momento en que tu vida no fuera ahora, ni lo habrá jamás. En segundo lugar, el ahora es el único punto que puede llevarte más allá de los limitados confines de la mente. Es tu único punto de acceso al reino informe e intemporal del Ser.

¿Has experimentado, hecho, pensado o sentido algo fuera del momento presente? ¿Piensas que lo harás alguna vez? ¿Es posible que algo ocurra o sea fuera del ahora? La respuesta es evidente, ¿no es cierto?

Nada ocurrió nunca en el pasado; ocurrió en el ahora. Nada ocurrirá nunca en el futuro; ocurrirá en el ahora.

La esencia de lo que estoy diciendo aquí no puede entenderse mentalmente. En el momento que lo entiendes, se produce un cambio de conciencia de la mente al Ser, del tiempo a la presencia. De  repente, todo se vivifica, irradia energía, emana Ser.
 
Tomado del Libro: Practicando el Poder del Ahora. Eckhart Tolle

12 dic 2012

Significado: Dolor de Cabeza - Migraña

El dolor de cabeza era desconocido hasta hace varios siglos. En épocas pretéritas no se daba. El dolor de cabeza toma incremento especialmente en los países más avanzados, en los que el veinte por ciento de la población "sana" reconoce sufrirlo. Las estadísticas indican que la incidencia es mayor entre las mujeres y los "estratos superiores". Esto no sorprende si tratamos de rompernos un poco la cabeza con el simbolismo de esta parte del cuerpo. La cabeza representa una clara polaridad respecto al cuerpo. Es la instancia suprema de nuestra institución corporal. Con ella nos imponemos. La cabeza representa lo alto mientas que el cuerpo representa lo bajo.
Consideremos la cabeza como sede del entendimiento, el conocimiento y el pensamiento. El que pierde la cabeza actúa irracionalmente. Por lo tanto, sentimientos irracioanles como el amor atacan muy especialmente la cabeza: la mayoría de las personas suelen perderla cuando se enamoran (....y si no la pierden, los dolores de cabeza no acaban).
El dolor de cabeza producido por la tensión se inicia de forma difusa, más como una opresión, y puede prolongarse durante horas, días y semanas. Probablemnete, el dolor se produce por un exceso de tensión en los vasos sanguíneos. Generalmente, al mismo tiempo se siente una fuerte tensión en la musculatura de la cabeza, los hombros, el cuello y la columna vertebral. Este tipo de  dolor de cabeza suele presentarse en situaciones en las que el ser humano se halla sometido a fuerte presión o cuando una crisis va a desbordarle.
Suelen padecer este tipo de dolor de cabeza las personas ambiciosas y perfeccionistas que tratan de imponer su voluntad. En tales casos, la ambición y el afán de poder se suben a la cabeza, porque el individuo que sólo atiende a la cabeza, que sólo acepta lo racional, sensato y comprensible, pronto pierde el contacto con el "polo inferior" y por lo tanto, con sus raíces que son lo único que puede anclarlo a la vida. Es el cerebral. Pero los derechos del cuerpo y sus casi siempre inconscientes funciones son más antiguos que la facultad del pensamiento racional, que es una adquisición relativamente reciente del ser humano, con el desarrollo de la corteza cerebral.
El ser humano posee dos centros: corazón y cerebro: sentimiento y pensamiento. El individuo de nuestro tiempo y de nuestra cultura ha desarrolado extraordinariamente las fuerzas cerebrales, por lo que corre peligro de descuidar su otro centro, el corazón. Por ello, tampoco es una solución denostar el pensamiento, la razón y la cabeza. Ningún centro es mejor ni peor que el otro. El  ser humano no debe optar por uno de los dos sino buscar el equilibrio.
La cabeza es, de todos los órganos, el que más rápidamente reacciona al dolor. En todos los demás órganos tienen que producirse alteraciones mucho mayores para que haya dolor. La cabeza es nuestro vigía más despierto. Su dolor indica que nuestro modo de pensar es erróneo, que seguimos un criterio equivocado, que perseguimos objetivos dudosos. 
 
Jaqueca (Migraña)
La jaqueca (migraña o hemicránea) es un acceso de dolor de cabeza, generalmente hemicraneal, que puede asociarse a transtornos visuales (sensibilidad a la luz, centelleo) o digestivos, como vómitos y diarrea. Estos ataques generalmente duran varias horas y se presentan asociados a un estado de ánimo depresivo e irritable. En el apogeo de la jaqueca,el afectado siente el deseo imperioso de estar solo en una habitación oscura o en la cama. A diferencia de lo que ocurre con el dolor de cabeza debido a la tensión, en la jaqueca, después de unos espasmos iniciales, se produce una gran dilatación de los vasos sanguíneos.
En griego se llama a la cabeza hemikranie (Kranion= cráneo), literalmente mitad del cráneo, palabra que denota claramente la unilateralidad del pensamiento que, en los enfermos de jaqueca, es similar a la que se da en las personas que sufren dolor de cabeza provocado por la tensión. Todo lo dicho respecto a este último síntoma vale también para la migraña, salvo un punto esencial.
Mientras que el paciente aquejado de dolor de cabeza trata de aislar la cabeza del tronco, el que sufre de jaqueca traslada un tema corporal a la cabeza para vivirlo en ella. Este tema es la sexualidad. La jaqueca es sexualidad desplazada a la cabeza.
Cuán a menudo se usa la cabeza como sustituto del bajo vientre: lo vemos claramente en el acto de sonrojarse. En situaciones embarazosas que casi siempre tienen una connotación sexual la sangre sube a la cabeza y la hace enrojecer. Con ello se realiza arriba lo que en realidad debería ocurrir abajo.
En los pacientes de jaqueca se encuentra el conflicto entre instinto y pensamiento, entre abajo y arriba, entre vientre bajo y cabeza, lo cual conduce al intento de  utilizar la cabeza como puerta de escape o campo de maniobras para resolver problemas (cuerpo, sexo, agresividad) que sólo pueden plantearse y resolverse en un plano totalmente distinto. Ya Freud describía el pensamiento como una acción experimental. Al ser humano le parece menos peligros y comprometido el pensamiento que la acción. Pero no se puede sustituir la acción por el pensamiento sino que lo uno debe apoyarse en lo otro. El ser humano ha recibido un cuerpo para, con ayuda de este instrumento, realizarse (hacerse real). Sólo por medio de la realización puede seguir fluyendo la energía. No es casualidad que conceptos como en-tender y com-prender contengan ideas alusivas a movimientos corporales. Si se rompe esta combinación, la  energía se condensa y acumula y se manifiesta por medio de diferentes grupos de síntomas, en forma de enfermedad.
 
Tomado del libro: La enfermedad como camino. Un método profundo para el descubrimiento de las enfermedades. Thorwald Dethlefsen y Rüdiger Dahlke

Volver al Amor

Cuando nacimos, estábamos perfectamente programados. Teníamos una tendencia natural a concentrarnos en el amor. Nuestra imaginación era creativa y floresciente, y sabíamos usarla. Estábamos conectados con un mundo mucho más rico que el mundo con que ahora nos conectamos, un mundo lleno de hechizo y del sentimiento de lo milagroso.
¿Qué nos pasó, entonces? ¿Por qué, cuando llegamos a cierta edad y miramos a nuestro alrededor, el hechizo había desaparecido?
Porque nos enseñaron a concentrarnos en otras cosas. Nos enseñaron a pensar de forma antinatural. Nos enseñaron a pensar en la competición, la lucha. la enfermedad, los recursos finitos, la limitación, la maldad, la culpa, la muerte, la escacez y la pérdida. Y como empezamos a pensar en estas cosas, empezamos a conocerlas. Nos enseñaron que sacar buenas notas, ser buenos, tener dinero y hacerlo todo como es debido son cosas más importantes que el amor. Nos enseñaron que competir para salir adelante, que tal como somos no valemos lo suficiente.
Nos enseñaron a ver el mundo tal como lo veían ellos. Es como si inmediatamente después de haber llegado aquí nos hubieran dado una píldora para dormir. El pensamiento del mundo, que no se basa en el amor, empezó a retumbarnos en los oídos en el mismo momento en que desembarcamos en esta costa.
El amor es aquello con lo que nacimos. El miedo es lo que hemos aprendido aquí. El viaje espiritual es la renuncia al miedo y la nueva aceptación del amor en nuestro corazón. El amor es el hecho existencial esencial. Es nuestra realidad última y nuestro propósito sobre la tierra. Tener plena conciencia de él, tener la vivencia del amor en nosotros y en los demás, es el sentido de la vida.
El sentido, el significado, no está en las cosas. Está en nosotros. Cuando asignamos valor a las cosas que no son amor- al dinero, al coche, a la casa, al prestigio - damos amor a algo que no nos lo puede devolver, buscamos significado en lo que no lo tiene.
 
Hemos venido aquí para crear junto con Dios, extendiendo el amor. 
El amor exige una "visión" diferente de aquella a la que estamos acostumbrados, una forma diferente de conocer, de pensar. El amor es el conocimiento intuitivo de nuestro corazón. Es un "mundo trascendente" que secretamente anhelamos todos. Un antiguo recuerdo de este amor nos persigue continuamente, pidiéndonos por señas que regresemos.
El amor no es material. Es energía. Es el sentimiento que hay en una habitación, en una situación, en una persona. El dinero no puede comprarlo. El contacto sexual no lo garantiza. No tiene absolutamente nada que ver con el mundo físico, pero a pesar de ello, puede expresarse. La experiencia que de él tenemos es la de la bondad, la entrega, el perdón, la compasión, la paz, el júbilo, la aceptación, la negativa a juzgar, la unión y la intimidad.
El miedo es la falta de amor que todos compartimos, nuestros infiernos individuales y colectivos. Es un mundo que sentimos que nos presiona desde adentro y desde afuera, dando constantemente falso testimonio de la insensatez del amor. El miedo se expresa bajo diferentes formas: cólera, malos tratos, enfermedad, dolor, codicia, adicción, egoísmo, obsesión, corrupción, violencia y guerra.
El amor esta dentro de nosotros es indestructible, sólo se lo puede ocultar.
 
Tomado del libro: Volver al Amor. Marianne Williamson

11 dic 2012

Los Chakras (centros de energía) y los Arquetipos

Los siete chakras principales y sus emociones, y arquetipos relacionados
1. El Chakra Raiz esta localizado en la base de la espina dorsal en la zona del cóccix. Este Chakra filtra la energía que sube desde la tierra y conecta nuestras energás superiores con la realidad básica de la vida. Los aspectos emocionales que se relacionan con este chakra giran alrededor de las necesidades esenciales para la supervivencia y de nuestro sentido de seguridad en el mundo. Esto incluye el refugio de un hogar que nos proteja, la seguridad financiera y alimento adecuado que nos sirva de nutrición. Asimismo necesitamos lazos emocionales  con nuestra familia, amigos, la comunidad y el país. Este chakra se deteriora cuando perdemos contacto con la Madre Tierra; en otras palabras, cuando nos desconectamos de los más básicos niveles de la existencia.
En la relación con el chakra raiz se encuentra el arquetipo disfuncional de la Víctima, y el arquetipo funcional de la Madre.
2. El chakra Sacro se halla localizado en la parte inferior del abdomen, a unos cinco centímetros por debajo del ombligo y 5 centímetros hacia adentro. En la filosofía oriental, este centro es conocido como el Hara, y juega un papel importante en las artes marciales orientales como el foco del movimiento y la coordinación.
En un nivel emocional gobierna nuestro sentido de la abundancia, bienestar, placer y sexualidad. Es un centr que ha sido explotado en nuestra sociedad, y nadie en nuestra cultura occidental  posee una perfecta función de este chakra. Una actitud básica de bienestar y de tener lo suficiente están asociados con un chakra Sacro saludable.
El arquetipo disfuncional asociado con este chakra es el Martir; el arquetipo funcional es la Emperatriz/Emperador.
3. El chakra del Plexo Solar esta situado en la parte superior del abdomen, en la región del estómago. Energiza los órganos de la digestión y nos ayuda a sensibilizarnos con nuestro entorno. Los aspectos emocionales del Plexo Solar se focalizan sobre la valoración propia, la autoestima y el poder personal. Se halla, por lo tanto, conectado con nuestras actitudes hacia la adquisición de poder y la toma de decisiones. Cuando nos valoramos a nosotros mismos poseemos un Plexo Solar que funciona apropiadamente. Actualmente, muchas personas se están preocupando por liberar los aspectos del poder disfuncional que afectan a este chakra.
El Sirviente es el arquetipo disfuncional de este chakra, mientras que el Guerrero es el funcional.
4. El Chakra del Corazón está situado en el centro del pecho por encima del cuerpo físico. Se relaciona, desde luego, con el amor y el gozo. El funcionamiento saudable de este chakra nos permite formar lazos de amor con las personas del mundo que nos rodea y acercarnos a los demás. Las personas de corazón abierto son una bendición en cualquier familia o comunidad; ellos nos enseñan acerca del amor y la amabilidad, y sobretodo cómo perdonarnos a nosotros mismos y a otros por cualquier carencia de amor o cariño.
El arquetipo disfuncional del chakra del corazón es el Actor/Actriz, y el arquetipo funcional es el Amante.
5. El chakra de la Garganta esta locaizado enla garganta, lugar donde actúa como puente entre nuestra mente y nuestro corazón. Es el centro de la comunicación, de la creatividad, de la autoexpresión, del poder de voluntad y de la verdad; su propósito es permitir una clara y efectiva comunicación, y acrecentar nuestro espíritu creativo. Cuando somos capaces de expresar nuestros sentimiento clara y honestamente, el centro de la garanta se halla abierto y nos sentimos vivos y expresivos. Si, por cualquier razón, nos quedamos bloqueados al expresarnos, este centro se congestina. Esta circunstancia puede conducir a problemas de salud relacionados con la garganta, boca y zona de los senos frontales,
El arquetipo disfuncional de este centro es el Niño Silencioso, y el funcional es el Comunicador.
6. El chakra del Entrecejo está situado en la frente, entre las cejas. Gobierna nuestra capacidad de pensar y discernir, de utilizar la intuición y la imaginacón  de derivar sabiduría a partir de las experiencia de nuestra vida. Se le conoce también como el centro de control, porque son los pensamientos y las actitudes las que nos capacitan para cambiar nuestras percepciones e ideas acerca de cómo es la vida, o sobre cómo creemos que sea. Cuando reflexionamos positivamente sobre la vida, comenzams a construir una vida espiritualmente fuerte.
El arquetipo disfuncional del chakra del entrecejo es el Intelectual, y el arquetipo funcional es el Sabio.
7. El chakra Coronario se halla propiamente en la coronilla, y nos vincula con la belleza, el refinamiento y nuestra naturaleza espiritual. Canaliza la energía que proviene de los cielos hacia el cuerpo físico, iniciando el proceso del flujo descendente de la energía que es espíritu en el cuerpo. Este chakra crece y se desarrolla a medida que maduramos, y nos abre a la Fuente que existe en nuestro interior.
El arquetipo disfuncional de este centro es el Egoísta, y el funcional es el Guru.
 
Tomado del libro: Los Chakras y los Arquetipos. Un viaje hacia el autdescubrimiento y la transformanción. Ambika Wauters

Como afectan los chakras la salud y la felicidad

Los chakras son conductores de energía, los chakras sanos permiten que la energía fluya libremente a través de nuestro cuerpo físico y emocional y por nuestro sistema energético. El flujo de energía vital puede ser detenido sin embargo, por la negatividad y, con frecuencia, por los patrones de pensamientos negativo que hemos heredado de nuestra familia, y hemos absorbido de la escuela, la iglesia, la sociedad y los medios.
En la medicina china se dice que heredamos nuestra fuerza vital de ambos padres. Algunas veces una visión de la vida o una actitud se halla profundamente enraizada en la historia de la familia, y a fin de crecer y vivir creativamente, puede que nos veamos forzados a traer a nuestra propia conciencia la ira inexpresada, el temor al infortunio que impidieron a nuestros padres vivir sus vidas con plenitud.
A medida que desarrollamos nuestra conciencia, lo que puede haberse visto como una actitud aceptable en nuestra familia se convierte en algo que ya no es viable. Cuando nos hallamos bloqueados emocionalmente por estas actitudes antiguas, el flujo de energía en los chakras se enlentece e inhibe nuestra vitalidad física. Si estos bloqueos no son liberados por medio de alguna forma de expresión física o emocional, puede llegar a obstaculizar el flujo vital tan severamente que nos enfermamos o quedamos desequilibrados.
Los arquetipos que están sumamente vinculados a los chakras, son una colección de actitudes e ideas que, a su vez, tienen también una relación directa con nuestros niveles de salud y de bienestar. Nuestro estado de felicidad y salud es, por lo tanto, dependiente de nuestro pensamiento, de cuán positivos somos, y de nuestra capacidad y disposición para descargar la energía bloqueada.
Por ejemplo: si a una persona se le presentan problemas en el desarrollo del sentido del poder, integridad y autovaloración, puede desarrollar prblemas de salud en la zona del Plexo Solar, quizá en el hígado, estómago e intestino delgado. En una etapa posterior, el hombre de negocios que se resiste a desarrollar su capacidad de amar, que se focaliza en el centro del corazón, se puede ver sufriendo de problemas en la zona del chakra del Corazón.
Existe una clara evidencia de que la energía cambia cuando modificamos nuestras actitudes. Cuanto más comprensivos y amorosos somos con nosotros mismos y con nuestras vidas, tanto más rápidamente se abre nuestra energía y comienza a fluir. Cuando los patrones positivos en nuestras mentes reemplazan a los gastados patrones negativos, entonces nuestra energía puede cambiar hacia un nivel más liviano y libre, expresado en un sentimiento de libertad, gozo y tranqulidad. Cuando comenzamos a aceptarnos a nosotros mismos nos sentimos mejor acerca de todo lo demás y somos más felices y saludables.
Un modo de poder averiguar que la energía bloqueada nos está impidiendo la felicidad es comprobar que, aun cuando nos hallamos en una situación que ofrece todo el potencial para la diversión y la felicidad, nos damos cuenta, sin embargo que nos sentimos temerosos, bloqueados o críticos. En ese caso estamos experimentando nuestras propias limitaciones  y respuestas negativas. Examinando nuestra respuesta emocional podremos identificar que chakra está bloqueado y qué arquetipo es el que tenemos vigente. Entonces tenemos la opción de iniciar el proceso de sanación. En lugar de originar daños adicionales cayendo en la rutina de castigarnos y juzgarnos a nosotros mismso, podemos centrarnos en el amor, el calor, la gentileza y la comprensión de esas partes heridas que hay en nosotros.

10 dic 2012

Los Chakras: Ruedas de la vida - Centros energéticos

Desde las inmensas galaxias espiraladas, a miles de años luz, hasta los trillones de átomos que giran en un grano de arena, el universo está compuesto por ruedas de energía. Las flores, los troncos de los árboles, los planetas y las personas: todos estamos formados por diminutas ruedas que giran en nuestro interior y sobre la gran rueda de la Tierra, que gira a su vez sobre su órbita en el espacio.
En el núcleo de cada uno de nosotros giran siete centros energéticos comparables a rueda, conocidos con el nombre de chakras. Se trata de las intersecciones de fuerzas vitales que reflejan aspectos de la consciencia esenciales para nuestra vida. Los siete juntos forman una profunda fórmula de integridad que une mente, cuerpo y espíritu. Como sistema, los chakras se convierten en una poderosa herramienta para el crecimiento personal y planetario.
Los chakras son centros de organización para la recepción, asimilación y transmisión de energías vitales. Nuestros chakras, como ejes centrales, forman la red de coordinación de nuestro complejo sistema mente/cuerpo. Desde el comportamiento instintivo a las estrategías planificadas conscientemente, desde las emociones a las creaciones artísticas, los chakras representan los programas básicos que rigen nuestras vidas, amores, aprendizajes e iluminación. Al ser siete modalidades vibratorias, fOrman un mítico Puente del Arcoirs, un canal de conexión que une el Cielo y la Tierra, la mente y el cuerpo, el espíritu y la materia , el pasado y el futuro. Mientras giramos por los tumultuosos tiempos de nuestra era actual, los chakras actúan como engranes que permiten el movimiento de la espiral de la evolución, acercándonos cada vez más a las aún desconocidas fronteras de la consciencia y su infinito potencial.
El cuerpo es un vehículo de la consciencia. Los chakras, por su parte, son las ruedas de la vida que guían este vehículo a través de sus pruebas, tribulaciones y transformaciones. Para impulsar nuestro vehículo con delicadeza necesitamos un manual de usuario, además de un mapa que nos indique cómo navegar por el territorio que hemos de explorar. Cada chakra representa un paso en un continuo entre la materia y la consciencia.
 
Tomado del libro: Ruedas de la Vida. Un viaje a tráves de los Chakras. Anodea Judith

9 dic 2012

Comprender los obstáculos que nos traban

Casi todos tenemos barreras de uno u otro tipo. Incluso cuando trabajamos muchísimo en nosotros mismos y despejamos los obstáculos, siguen apareciendo nuevas barreras.
Muchas personas se encuentran tantos defectos que llegan a creer que no valen lo suficiente y que nunca lo lograrán. Lógicamente, si encontramos cosas malas en nosotros, también las encontraremos en los demás. Si aún continuamos diciendo: "No puedo hacer eso porque mi madre me dijo..., o mi padre me dijo....", eso quiere decir que todavía no hemos crecido.
De modo que ahora necesitas eliminar las barreas, y tal vez aprender algo diferente, algo que aún no sabes.
¿Te imaginas lo maravilloso que sería que cada día aprendieras una idea nueva que te ayudara a dejar atrás el pasado y a crear armonía en tu vida? Cuando tomes conciecia y comprendas el proceso individual de la vida sabrás que dirección tomar. Si empleas tus energías en conocerte a ti mismo, finalmente verás qué problemas y asuntos necesitas disolver.
Todos tenemos desafíos en la vida. Todo el mundo. Nadie pasa por la vida sin encontrárselos, si no fuera así, ¿qué  objeto tendría venir a esta escuela particular llamada Tierra? Algunos tienen los desafíos de la salud, otro los de las relaciones, los de la profesión o los económicos. Algunos tenemos desafíos en todas estas áreas, en mayor o menor grado.
Creo que uno de los mayores problemas consiste en que muchos de nosotros no tenemos la menor idea de qué es lo que necesitamos dejar atrás. Sabemos lo que no funciona y sabemos lo que deseamos, pero no sabemos qué es lo que nos mantiene estancados. Así pues, dediquemos el tiempo necesario a echar un vistazo a los obstáculos que nos traban.
Tómate un momento para pensar en tus propias pautas de comportamiento, en tus problemas y en las cosas que te traban, y observa en cuál de estas categrías entran: crítica, temor, culpa o resentimiento. ¿Cuál es tu predilecta? Tal vez la tuya sea una combinación de dos o tres. ¿Es temor lo que siempre surge? ¿O es culpa? ¿Eres muy crítico o rencoroso? El rencor es rabia acumulada. De modo que si crees que no te está permitido expresar la rabia que sientes, entonces es que has acumulado muchísimo rencor.
Tus experiencias siempre reflejan tus creencias internas literalmente, puedes mirar tus experiencias y determnar cuáles son tus creencias. Puede que resulte algo inquietante o perturbador hacerlo, pero si observas a la personas con quienes te relacionas, verás que todas ellas reflejan alguna creencia que tienes acerca de ti mismo. Si continuamente te critican en el trabajo, esto probablemente se deba a que eres crítico contigo mismo o a que alguno de tus padres te criticaba cuando eras pequeño. Todo lo que nos sucede en la vida refleja lo que somos. Cuando sucede algo que no nos resulta agradable o cómodo, tenemos la oportunidad de mirar dentro de nosotros y decir: "De qué forma contribuyo a crear esta experiencia? ¿Qué hay dentro de mi que piensa que me merezco esto?"

Tomado del libro: El Poder está Dentro de Ti. Louise L. Hay

8 dic 2012

La enfermedad y su significado: EL ESTÓMAGO

El lugar al que a llega el alimento es el estómago, cuya primera función es la de servir de recipiente. Él recibe todas las impresiones que vienen del exterior, lo que hay que digerir. La capacidad de recibir exige apertura, pasividad y capacidad de entrega. En virtud de estas propiedades, el estómago representa el polo femenino. Mientras que el principio masculino está caracterizado por la facultad de irradiar y por la actividad(elemento fuego), el principio femenino engloba la capacidad de aceptación, la abnegación, la sensibilidad y la facultad de recibir y guardar (elemento agua). Lo que representa el elemento femenino en el terreno psíquico es la sensibilidad, el mundo de la percepción. Si un individuo reprime en la mente la capacidad de sentir, esta función pasa al cuerpo, y el estómago, además de los alimentos, tiene que admitir y digerir los sentimientos. En este caso, no es que el amor pase por el estómago sino que sentimos un peso en el estómago que más tarde o más temprano se manifestará como adiposidad.
además de la facultad de recibir, en el estómago hallamos otra función, correspondiente ésta al polo masculino; producción de ácidos. Los ácidos atacan, corroen, descomponen: son inequívocadamente agresivos. Una persona que sufre un disgusto dirá: Estoy amargado. Si la persona no consigue vencer este furor conscientemente o transmutarlo en agresión(defenderse) y se traga el mal humor,  traga bilis, su agresividad y su amargura se somatizan en ácidos estomacales. El estómago reacciona produciendo un ácido agresivo con el que pretende modificar y digerir unos sentimientos no materiales, empresa díficil y molesta que nos recuerda que no es conveniente tragarse el mal humor ni obligar al estómago a digerirlo. El ácido jugo gástrico aumenta porque quiere imponerse.
Pero esto acarrea problemas al enfermo del estómago, que carece de la capacidad de enfrentarse conscientemente con su mal humor y su agresividad. para resolver de modo responsable conflictos y problemas. El enfermo del estómago  no exterioriza su agresividad (se la traga) o demuestra una agresividad exagerada, pero ni un extremo ni otro le ayudan a resolver el problema realmente, ya que carece de confianza y seguridad en sí mismo, sentimiento indispensable para que el individuo resuelva su problema. Todo el mundo sabe que el alimento mal masticado es dificilmente tolerable por un estomago irritado por un exceso de ácidos. Pero la másticación es agresión. Y cuando falta una buena masticación el estómago tiene que trabajar más y producir más ácidos. El enfermo del estómago es una persona que rehúye conflictos.
Las personas aquejadas de transtornos estomacales y digestivos deben hacerse las preguntas siguientes:
  1. ¿Qué es lo que no puedo o no quiero tragar?
  2. ¿Me consumo interiormente?
  3. ¿Cómo llevo mis sentimientos?
  4. ¿Qué me amarga?
  5. ¿Cómo llevo mi agresividad?
  6. ¿En qué medida huyo de los conflictos?
  7. ¿Hay en mi una añoranza reprimida de un paraíso infantil sin conflictos en el que se me quería y mimaba sin que yo tuviera que abrirme paso a mordiscos? 
Tomado del libro: La enfermedad como camino. Thorwald Dethlefsen y Rüdiger Dahlke

7 dic 2012

La efectividad del poder está en el momento presente

Aquí mismo y ahora, en nuestras propias mentes. No importa cuánto tiempo hayamos tenido pautas negativas, o una enfermedad, una mala relación, apuros económicos, u odio a nosotros mismos: podemos comenzar a cambiar hoy. Los pensamientos que hemos albergado y las palabras que hemos empleado repetidamente han creado nuestras experiencias hasta este momento. No obstante, eso es pensamiento pasado, ya lo hemos tenido. Lo que escojamos pensar y decir hoy, en este momento, creará el mañana y el pasado mañana, la semana que viene, el mes que viene y el año que viene. La efectividad del poder está siempre en el momento presente.

Aquí es donde comenzamos a hacer cambios. Qué idea más liberadora. Podemos comenzar a dejar marchar las viejas tonterías. Ahora mismo. El comienzo más insignificante es ya importante. Cuando bebés, éramos todo amor y alegría. Sabíamos lo importantes que éramos, nos sentíamos el centro del universo. El bebé tiene una inmensa osadía, pide lo que necesita y expresa sus Sentimientos sinceramente. Se ama a sí mismo completamente, cada parte de su cuerpo, incluidas las heces. Sabe que es perfecto. Y esa es la verdad de nuestro ser. Todo lo demás son tonterías aprendidas y se pueden desaprender.
Cuántas veces hemos dicho: «Yo soy así», o «Las cosas son así». Lo que en realidad queremos decir es que eso es «lo que creemos que es verdad para nosotros». Por lo general, lo que creemos es únicamente la opinión de otra persona que hemos aceptado e incorporado a nuestro propio sistema de creencias. Algo que encaja con las otras cosas que creemos. Si cuando éramos niños se nos enseñó que el mundo es un lugar temible, aceptaremos como cierto todo lo que encaje con esa creencia. «No te fíes de los desconocidos», «No salgas por la noche», «La gente te engaña», etc. Por otra parte, si en los primeros años de nuestra vida se nos enseñó que el mundo es un lugar seguro y alegre, entonces creeremos otras cosas. «El amor está en todas artes» «La gente es amable» «Me llega el dinero con facilidad», etc. La vida refleja nuestras creencias.
 
Muy rara vez nos sentamos a cuestionar nuestras creencias. Podría preguntarme, por ejemplo: «¿Por qué creo que me resulta difícil aprender? ¿Es cierto eso? ¿Es cierto eso para mí, ahora? ¿De dónde proviene esa creencia? ¿Lo sigo creyendo porque en mi primer año de escuela la profesora me lo repitió una y otra vez? ¿Estaría mejor yo, valdría más si dejara esa creencia?».
Haz una pausa y coge al vuelo tu pensamiento. ¿Qué estás pensando en este preciso momento? Si los pensamientos dan forma a nuestra vida y experiencias, ¿te gustaría que ese pensamiento se hiciera realidad para ti? Si es un pensamiento de inquietud o rabia o de dolor o venganza, ¿cómo crees que volverá a ti ese pensamiento? Si deseamos una vida dichosa, hemos de pensar pensamientos dichosos. Cualquier cosa que enviemos mental o verbalmente volverá a nosotros en esa misma forma.
Tómate un tiempo para escuchar las palabras que dices. Si te escuchas decir algo tres veces, escríbelo: se te ha convertido en pauta. Al final de la semana mira la lista y verás cómo tus palabras se conforman a tus experiencias. Decídete de buena gana a cambiar tus palabras y pensamientos y observa cómo cambia tu vida. La forma de controlar nuestra propia vida es controlar nuestra elección de palabras y pensamientos. Nadie piensa en tu mente sino tú.
 
Tomado del libro: Sana tu cuerpo. Las causas mentales de la enfermedad física y la forma metafísica de superarlos. Louise L. Hay.


6 dic 2012

Movimiento consciente. Despierta a la vida

Contempla tu vida como movimiento constante, millones de pequeños y grandes movimientos.  No pienses sólo en los movimientos familiares de hueso y músculos. Moshe Feldenkrais - físico y profesor de judo que creo un revolucionario método cuerpo-mente para ayudar a las personas a trascender sus limitaciones-, solía decir a sus alumnos: "El movimiento es vida; sin movimiento, la vida es impensable". Emites sonidos a través del movimiento, que se organizan en tu mente en forma de lenguaje, con los que comunicas tus ideas y emociones a los demás. Unas veces cuando estás sola(o) y otras cuando estás acompañada(o), a través del movimiento llevas a cabo todas las actividades relacionadas con tu trabajo, profesión, familia, ocio y creatividad.
Gracias a las avanzadas investigaciones que se han realizado sobre el cerebro, sabemos que nuestros pensamientos y sentimientos más sencillos conllevan movimiento dentro y fuera de los miles de millones de células cerebrales. Tanto si se trata de recordar que tienes que recoger la ropa de la lavandería de regreso a casa como si eres feliz porque es viernes o si te viene la inspiración con la música que estás escuchando en la radio: todo ello implica movimiento. Incluso cuando sueñas despierto y cuando sueñas durmiendo, hay movimiento. El resultado acumulativo de este  movimiento forma nuestra identidad y las características que nos distinguen de los demás. Lo que empezamos a descubrir cuando ahondamos en lo que significa este movimiento en nuestas vidas es que la calidad de nuestros movimientos manifiesta la calidad y vitalidad de nuestras vidas.
 
La danza entre el movimiento, organización y la vitalidad
¿Has observado alguna vez que los niños pequeños se mueven sin parar cuando están despiertos? ¿Para qué es todo ese movimiento? El movimiento combinado con la atención a las sensaciones, los sentimientos y los resulatados alcanzasos es una gran fuente de información para el cerebro. El niño crea nuevas conexiones en cada movimiento, que tienen lugar en el cerebro, formando patrones aparentemente infinitos que utilizará para expresarse en la vida - su forma de hablar, de estar de pie, de correr, de escribir, lo que pensará, crerá y sentirá-. Los niños desarrollan sus talentos y formas particulares de percibir el mundo a través de  estas habilidades mentales para asimilar información y organizar patrones complejos.
La relación entre el movimiento, el crecimiento y la vitalidad nunca será tan evidente como en la infancia, cuando dentro del cerebro tiene lugar tanto movimientom actividad cerebral y formación de patrones, En esos primeros años de nuestra vida, cuando estamos desarrolland tantas habilidades y talentos, no sólo nos movemos mucho, sino que sentimos vívidamente nuestros movimientos. Esta época de nuestra vida es el epítome de todo lo que asociamos a la vitalidad: llenos de energía, con el cuerpo y la mente muy flexible, experimentando cada momento como algo nuevo. Sentimos curiosidad, optimismo, alegría, somos creativos, inventivos e imparables.
La atención es la esencia de todo movimiento, no sólo del de nuestros pensamientos, sentimientos y emociones. Al moverte conscientemente, retomarás ese proceso de crecimiento intenso, invención y cambio que observamos de pequeños.

Tomado del libro: Movimiento Consciente. Despertar de la mente para recuperar la vitalidad. Anat Baniel

Significado de: La Depresión

La depresión es un concepto compuesto por un cuadro de síntomas que abarcan desde el abatimiento y la inhibición hasta la llamada depresión endógena con apatía total. La depresión va acompañada de la total paralización de la actividad, la melancolía y una serie de síntomas corporales como cansancio, transtornos del sueño, inapetencia, estreñimiento, dolor de cabeza, taquicardía, dolor de espalda, transtornos menstruales en la mujer y baja del tono corporal. El depresivo sufre sentimiento de culpabilidad y continuamente se hace reproches, trata de hacerse perdonar. Cabe preguntar qué es lo que en realidad deprime al depresivo. En respuesta hallamos tres temas:
1. Agresividad. La agresividad que no es conducida hacia el exterior se convierte en dolor corporal. Esta afirmación puede completarse diciendo que la agresividad reprimida en el aspecto psíquico conduce a la depresión. La agresividad bloqueada y no exteriorizada se dirige hacia dentro y convierte al emisor en receptor. La agresividad sólo es una forma especial de energía vital y actividad. Por lo tanto, el que reprime con miedo su agresividad reprime también su energía y a alguna actividad.
2. Responsabilidad. La depresión es la forma extrema de rehuir la responsabilidad. El depresivo no actúa sino que vegeta, más muerto que vivo. Pero a pesar de su negativa a encarar activamente la vida, el depresivo, a través de la puerta trasera de sentimientos de culpabilidad, sigue teniendo que afrontar el tema de la "responsabilidad". El miedo a asumir responsabilidad está en primer término en todas las depresiones que se producen precisamente cuando la persona tiene que entrar en otra fase de la vida, por ejemplo,  en la depresión postparto.
3. Renuncia, soledad, vejez, muerte. Estos cuatro conceptos íntimamente relacionados entre sí abarcan el último y, a nuestro entender, más importante conjunto de temas. La persona que sufre de depresión es obligado violentamente a afrontar el polo de la muerte. Todo lo vivo, como movimiento, cambio, relación social y comunicación, es arrebatado al depresivo y se le ofrece el polo opuesto a lo vivo: apatía, inmovilidad, soledad, pensamientos sobre la muerte. El polo de la muerte que con tanta fuerza se manifiesta en la depresión, es la sombra de este paciente.
 
Tomado del libro: La enfermedad como camino. Thorwald Dethlefsen y Rüdiger Dahlke 

5 dic 2012

SIGNIFICADO DE MORDERSE LAS UÑAS

El morderse las uñas no sólo se presenta habitualmente como un síntoma transitorio en niños y adolescentes sino también en adultos, y puede prolongarse durante décadas. El carácter psíquico del impulso de morderse las uñas  está bien claro, y el reconocimiento de esta motivación tendría que servir de ayuda a muchos padres cuando este síntoma aparece en un niño. Porque las prohibiciones, amenazas y castigos son las reacciones menos adecuadas.
Lo que en los seres humanos llamamos uñas son en los animales zarpas. Las zarpas sirven ante todo para la defensa y el ataque, son instrumentos de agresión. Sacar las uñas es una expresión que utizamos en el mismo sentido que enseñar los dientes. Las zarpas muestran las disposición para la lucha. La mayoría de los animales de presa más evolucionados utilizan las zarpas y los dientes como armas. ¡El acto de morderse las uñas es castración de la propia agresividad! La persona que se muerde las uñas tiene miedo de su propia agresividad y por ello, simbólicamente, destruye sus armas. Mordiendo se descarga parte de la agresividad, pero no la dirige exclusivamente contra sí mismo: uno se muerde su propia agresividad.
Muchas mujeres adolecen del síntoma de morderse las uñas, sobre todo porque admiran a las mujeres que tienen las uñas largas y rojas. Las uñas largas, pintadas del marcial color rojo, son un símbolo de agresividad (poder defenderse) especialmente bello y luminoso: estas mujeres exhiben abiertamente su agresividad. Es natural que sean envidiadas por las que no se atreven ni a reconocer su agresividad ni mostrar sus armas. Tambien querer tener uñas largas y rojas es sólo la formulación del deseo de poder ser un día francamente agresiva.
Cuando un niño se muerde las uñas, ello indicaque el niño pasa por una etapa en la que no se atreve a proyectar hacia afuera su agresividad. En este caso, los padres deberían preguntarse en qué medida, en su manera de educarlo o en su propia conducta, reprimen ellos o valoran negativamente el comportamiento agresivo. Habrá que procurar dar al niño la ocasión de manifestarsu agresividad sin sentirse culpable. Generalmente, este comportamiento desencadenará ansiedad en los padres, ya que, si ellos no hubieran tenido problemas de agresividad, ahora no tendrían un hijo que se muerda las uñas. Por lo tanto, sería muy saludable para toda la familia que los padres empezaran por reconocer su falta de sinceridad y trataran de ver lo que se esconde tras la fachada de este comportamiento. Cuando el niño en lugar de respetar los temores de sus padres, aprendern a defenderse, ya habrá vencido prácticamente este hábito. Pero los padres, mientras no estén dispuestos a rectificar, por lo menos que no se lamenten de los transtornos y síntomas de sus hijos. Desde luego, los padres no tienen la culpa de los transtornos de los hijos, pero los transtornos de los hijos reflejan los problemas de los padres.
Tomado del libro: La enfermedad como camino. Thorwald Dethlefsen y Rüdiger Dahlke

3 dic 2012

EL PODER PERSONAL ES NECESARIO PARA LA SALUD

Para que la persona sane es necesario que tenga un concepto "interno" del poder, una capacidad para generar energía interna y recursos emocionales, como por ejemplo creer en su autosuficiencia.
Para sanar es esencial ver y reconocer la verdad acerca de nosotros mismos, acerca de nuestra participación en la creación de nuestros problemas y acerca de cómo nos relacionamos con los demás.
El poder esta en la raíz de la experiencia humana. Nuestras actitudes y creencias. sean positivas o negativas, son prolongaciones de la forma en que definimos, utilizamos o no utilizamos el poder. Nadie esta libre de problemas con el poder. Por ejemplo, es posible que tratemos de superar sentimientos de incapacidad o impotencia o de mantener el dominio sobre otras personas o situaciones que creemos nos dan poder, o de conservar la sensación de seguridad (sinónimo de poder) en nuestras relaciones personales. Muchas personas desarrollan una enfermedad cuando pierden algo que para ellas representa poder, como dinero, un trabajo, o un partido de fútbol, o cuando pierden a alguien a quien han investido de poder o de su identidad, como el cónyuge, un amante, un progenitor o un hijo. Nuestra relación con el poder está en el núcleo de nuestra salud.
 
El poder media entre nuestros mundos interno y externo y, al hacerlo se comunica en un lenguaje de mito y símbolos. Piense, por ejemplo en el simbolo más común del poder: el dinero. Cuando una persona interioriza el dinero como símbolo de poder, su adquisición y control se convierten en símbolo de salud: cuando adquiere dinero, su sistema biológico recibe el mensaje de que está entrando poder en su cuerpo. Su mente transmite el mensaje inconsciente: "Tengo dinero, por lo tanto estoy a salvo, estoy seguro(a). Tengo poder y todo está bien". Este mensaje transmitido al sistema biológico genera salud.
Ciertamente ganar mucho dinero no garantiza la salud, pero es innegable que la pobreza, la impotencia y la enfermedad están ligadas. Ganar dinero con dificultad o perderlo repentinamente puede debilitar el sistema biológico.
Cada uno tenemos numerosos símbolos de poder, y cada uno de esos símbolos tienen su equivalente biológico. Otro ejemplo, es el de una persona que tiene como símbolo de poder su trabajo hasta que llega a despreciarlo, qué es cuando puede ir perdiendo poder día a día (debilitarse día a día hasta enfermar).
Nuestra vida esta estructurada en torno a símbolos de poder: dinero, autoridad, títulos, belleza, seguridad. Las personas que llenan nuestra vida y las decisiones que tomamos en cada momento son expresiones y símbolos de nuestro poder personal.
Es necesario tomar conciencia de lo que nos da poder.

1 dic 2012

Cuatro Leyes de la Espiritualidad


En la India se enseñan las "Cuatro Leyes de la Espiritualidad"
La primera dice: "La persona que llega es la persona correcta", es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.
La segunda ley dice: "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido". Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

La tercera dice: "En cualquier momento que comience es el momento correcto". Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.
Y la cuarta y última: "Cuando algo termina, termina". Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.
Creo que no es casual que estén leyendo esto, si este texto llegó a nuestras vidas hoy; es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado".
Vive Bien. Ama con todo tu Ser.
Y se Inmensamente Feliz!

28 nov 2012

LA BIOGRAFÍA SE CONVIERTE EN BIOLOGÍA



Según la medicina energética, todos somos libros vivos de historia. Nuestro cuerpo contiene nuestra historia, todos los capítulos, párrafos, estrofas y versos, línea a línea, de todos los acontecimientos y relaciones de nuestra vida. A medida que avanza la vida, nuestra salud biológica se va convirtiendo en un relato biográfico vivo que expresa nuestras fuerzas, debilidades, esperanzas y temores.
Todos los pensamientos que ha tenido una persona han viajado por su organismo biológico y activado una reacción fisiológica. Algunos pensamientos son como descargas intensas que causan una reacción en todo el cuerpo. Un miedo, por ejemplo, activa todos los sistemas corporales: el estómago se tensa, el ritmo cardíaco se acelera y tal vez el cuerpo comienza a sudar. Un pensamiento amoroso puede relajar todo el cuerpo.
Todos los pensamientos, al margen de su contenido, entran primero en los sistemas corporales en forma de energía. Aquellos que llevan energía emocional, mental, psiquíca o espiritual producen reacciones biológicas que luego se almacenan en la memoria celular. Así nuestra biografía se teje en nuestro sistema biológico, poco a poco, lentamente, día a día.
 
El agotamiento permanente y progresivo, que embota la claridad mental y emocional, es un síntoma energético que indica que algo va mal en el cuerpo. La mayoría de las personas no los consideran un síntoma porque no duele. Pero si el agotamiento continúa, aun cuando la persona duerma más horas, el cuerpo trata de comunicarle que está "enferma energéticamente". Responder a ese mensaje en la fase de energía a menudo puede prevenir el desarrollo de una enfermedad.
La depresióne es otro síntoma de que no todo funciona bien. Generalmente en el mundo clínico la depresión se considera un transtorno emocional y mental. Pero la depresión prolongada suele preceder al desarrollo de una enfermedad física. Desde el punto de vista energético, la depresión es literalmente la liberación inconsciente de energía o, si se quiere, de fuerza vital. Si la energía fuera dinero, la depresión sería como abrir la billetera y declarar: "No me importa quién coja mi dinero ni cómo se lo gaste". La depresión prolongada genera inevitablemente un casancio crónico. Si a uno no le importa quién le coge el dinero ni cuánto, es inevitable que acabe arruinado. De forma similar, sin energía no se puede sostener la salud.

Todos tenemos sentimientos negativos, pero no toda actitud negativa produce enfermedad. Para crear enfermedad, las emociones negativas tienen que ser dominantes.
Por ejemplo, una persona puede saber que debe perdonar a alguien, pero decide que continuar enfadada le da más poder. Continuar obsesivamente enfadada la hace más propensa a desarrollar una enfermedad porque la consecuencia energética de una obsesión negativa es la impotencia.
La energía es poder, y transmitir energía al pasado pensando insistentemente en acontecimientos penosos resta poder al cuerpo, (o sea lo debilita) y puede conducir a la enfermedad.
El poder (que nos da la energía) es esencial para sanar y para conservar la salud. Las actitudes que generan sensación de impotencia no sólo conducen a una falta de estima propia, sino que también agotan la energía del cuerpo físico y debilitan la salud en general.
 
Extracto del libro: Anatomía del Espíritu.Caroline Myss